Cuando en este país gana CIU, en realidad gana Unió, que es la derecha ligada a los prejuicios mas sexistas en nombre de una religión, la católica, que también lo es. Así que para que nadie se llame a engaño, la Consellera d' Educació, Irene Rigau, ha comenzado su andadura legislativa demostrando que su máxima de gobierno no es buscar el bien común, si no volver hacia atrás en el tiempo y que los privilegios de algunas gentes sean los que se consoliden en detrimento del Estado del Bienestar. En el caso de Educación no hay mas que ver cuales han sido sus primeras declaraciones, en ellas abre la puerta a subvencionar a las escuelas que segregan a las criaturas por sexo.
Ningún dato científico avala que para preparar para la vida cotidiana y la convivencia en el espacio público y privado, la escuela deba educar de forma segregada. Es mas, la mejor y más saludable manera de que una persona esté preparada para la vida cotidiana es mediante la convivencia entre ambos sexos para aprender desde bien temprana edad, que la igualdad y la equidad son imprescindibles para que este mundo sea un lugar saludable.
Los sindicatos de la enseñanza están ya preparándose para lo que se prevé serán unas actuaciones en el mas estricto estilo retrogrado que ahondar mas en la diferencia entre enseñanza privada y pública y que seguir dando, como demuestran lo sindicatos, una gran cantidad de dinero público a unas escuelas de élite concertadas que vulneran el principio de igualdad que garantiza la Constitución, segregando por sexos.
El Estado tiene la obligación de garantizar la igualdad oportunidades mediante una reglamentación de la educación que no deje lugar a una enseñanza elitista que se alimente de dinero público y obedezca a prejuicios religiosos, sexistas o de cualquier otra índole.
Hemos de defender que en nuestro país la enseñanza responda a parámetros científicos y laicos.
